What would I do without your smart mouth.

La noche anterior como casi siempre fue de excesos, Alick sentía una nueva seguridad estando con Jessica aunque no lo había externado, además, ahora que Elliot estaba fuera del mapa todo se estaba poniendo más interesante en cuanto a negocios. El castaño abrió los ojos y gruñó, el sol había interrumpido su sueño, quizás ya era más de medio día pero poco importaba, en su vida no había un reloj, hacía lo que quería y punto. Cuando se desperezo se percató de que Jessica ya no estaba en la cama, se levantó con lentitud y caminó descalzo fuera de la habitación donde la encontró de espaldas en la cocina.—Buenos días.—Murmuró sobre su oído atrapando su pequeña cintura entre los brazos. No quería poner un nombre a lo que sentía por ella, ni planeaba hacerlo pronto, pero era demasiado evidente, Alick estaba demasiado perdido ya por esa chica, lo había comprobado cuando se puso frente a ella ante la amenaza de un disparo y no había nada que pudiera evitarlo. Volteó con cuidado el cuerpo de Jess hacía él y depositó un beso insistente sobre sus labios.—¿Todavía hay waffles verdes?.—Preguntó riendo levemente, si, a veces su desayuno también incluía drogas.

Se hubiera quedado dormida más tiempo de no ser porque ese terrible mareo y el vómito la seguían amenazando, había pensado que sería por el alcohol pero ya no había bebido mucho y seguía con lo mismo. Pasó un par de horas yendo del baño a la sala pero sólo vomitó una vez. Eso disminuyó ligeramente su mareo pero no la hizo sentir del todo mejor. Probó después levantarse e ir a comer algo a la cocina, tomó un plato con cereal, cosa que no había hecho en mucho tiempo pero tampoco pudo terminar con eso, así que se levantó de la mesa algo fastidiada y tiró lo que restaba del contenido en el lavadero. Se quedó mirando hacia afuera un momento, pensando en qué rayos le estaba ocurriendo cuando sintió las manos de Alick en su cintura. - Buenos días. - respondió besándolo. - No lo sé, tal vez... si los chicos dejaron algo. - comentó señalando con la cabeza hacia el refrigerador.

Jessica

—Entonces esos waffles pasaron a mejor vida.—Dijo riendo, todavía un tanto somnoliento por el desvelo de la noche anterior. La observó mejor apoyando un dedo en su mentón y frunció el ceño.—¿Qué tienes?.—Preguntó besando la comisura de sus labios por un breve instante.—Pareces enferma, ¿Quieres aspirinas?.—Preguntó con una media sonrisa, pues para Alick lo más lógico era que como él su novia tuviera los molestos síntomas de la resaca.—¿Quieres que vayamos a comprar algo de comer?.—Preguntó pasando la yema de los dedos por el contorno de su rostro, examinándola con tranquilidad.

Bostezó soltándola con suavidad yendo al refrigerador en busca de algo para tomar, la sed lo estaba matando, sacó la caja de jugo y bebió directamente del envase mientras se movía de nuevo hacía ella y le echaba un brazo alrededor del cuello.—Eso o nos quedamos todo el día viendo televisión, como quieras.—Dijo su segunda opción, realmente no tenían una rutina diaria, todos los días sin excepción eran diferentes.

Intentó hacer una mueca de despreocupación pero algo en el olor que tenía impregnado su ropa (el tabaco quizá) hizo que las náuseas aumentasen otra vez así que se alejó ligeramente. - No es nada, se me pasará, sólo quiero un poco de agua. - comentó y negó con la cabeza suavemente antes de ir a buscar un vaso que había dejado sobre la mesa más temprano. Tomó algunos sorbos y contuvo un momento la respiración cuando él volvió a abrazarla. ¿Qué rayos estaba ocurriendo? - La televisión suena mejor, pero primero, creo que quiero un baño. - utilizó ese tono lascivo que había adoptado y se separó de él, caminó algunos pasos dándole la espalda y después volvió la cabeza. - Puedes quedarte ahí o venir conmigo. - se encogió de hombros y siguió avanzando antes de que él volviera a acercarse.

Jessica